Liberaron al sospechoso de quemar al nene en Allen

Aunque se secuestraron diferentes elementos de prueba, ninguno sirvió para atribuirle el hecho al sospechoso y la Fiscalía ordenó que recupere la libertad.
En la vivienda del barrio Vidriera en la que el miércoles por la tarde un niño sufrió quemaduras en diferentes partes del cuerpo como consecuencia de un presunto ataque perpetuado por un hombre, la policía secuestró diferentes elementos que sirvieron para investigar el hecho.
Un encendedor, juguetes quemados, restos de una remera y una botella de cerveza con agua y crema corporal, fueron parte de los elementos secuestrados en el lugar, que peritaron los investigadores.
Según indicaron fuentes judiciales, la prueba colectada no fue suficiente para ordenar la detención del sospechoso, que se encontraba ligado a la investigación de la causa pero en calidad de demorado.
El paso de las horas junto con el resultado de pericias preliminares y la incorporación de algunos testimonos, dejaron al sospechoso de cometer el ataque contra el niño en otra situación. Ya no como autor del hecho pero sí situado en el escenario en el que ocurrió el dramático episodio, atribuido a un "accidente".
Una versión sobre la que trabaja la Justicia indica que el niño que resultó víctima del fuego se encontraba con una prima, también menor de edad, y que el sujeto sospechado les habría ayudado encender el fuego mientras jugaban con un encendedor. Accidentalmente el fuego habría alcanzado la remera del niño y el sujeto se habría "asustado", huyendo del lugar arrojándose al canal de riego.
El niño se recuperade las quemaduras en el hospital de Roca. Tiene lesiones en el 60% del cuerpo pero que no ponen en riesgo su vida.