jueves 25 de abril de 2024

Invirtieron sus asignaciones familiares para abrir su taller

lunes 18 de mayo de 2020

General Roca.- Emanuel y Tatiana se las rebuscan. Tienen dos hijos y no hay día que se despierten sin pensar en el laburo que les deparará la jornada. Él es mecánico pero tuvo un grave accidente, hace muy poco fue operado de la columna, y recién ahora está pudiendo retomar el trabajo. Sin embargo, no la han pasado fácil, por eso están apelando a lo poco que tienen para "estirarlo" lo más que se pueda y hacerlo rendir.
Sin insumos, materiales y herramientas, pensaron en cómo arrancar "de cero" con un pequeño taller de reparación de motos y bicicletas y "con qué contaban".
Se consiguieron un viejo compresor prestado y apelaron a las asignaciones que cobran por sus dos hijos como primera y única inversión: compraron cámaras, algunos parches y arrancaron.
El "boom" por el ciclismo que despertó el decreto provincial que autorizó en todo Río Negro el uso de la bici tanto para deporte como trabajo, está trayendo los primeros clientes, pero "está difícil", comentó Emanuel Torres, de 33 años.
"Necesitamos ayuda para comprar herramientas, un préstamo o algo, para poder invertir. Yo ahora cada peso que hago trato de guardarlo para comprar cosas y poder trabajar. Pasa que los créditos que dan no son para gente común como nosotros y siempre quedamos fuera", explicó el hombre a GNR Noticias.
En su vivienda, en calle Mitre casi Piedra Buena, de Roca, montaron su taller. Allí incluso se acercó Santiago, un jovencito que se ofreció para ayudar. Se reparten lo que sacan cuando se acerca un cliente."Queremos trabajar. Todo cuesta, hay que pagar impuestos, comprar comida y empezamos de a poco, pero algo estamos haciendo", contó.
"Tuve un accidente grande, durante nueve meses la pasé muy mal y tuve que vender cosas. No podía trabajar, hace dos mes me operaron de la columna, salí y vendí todo lo que tenía para vivir. Ahora me conseguí un compresor prestado, junté plata compré unas cámaras de bici, un amigo que hace letras me pintó el cartel y me cobró barato", agregó el mecánico, agradecido.
Ahora quiere ahorrar para adquirir un compresor, pero afirma que cuesta unos 15.000 pesos y por eso pide ayuda: "Está tranquilo pero algo se hace todos los días, 200 o 300 pesos. Voy juntando por semana lo que puedo y compro cosas para trabajar, parches, soluciones... Está dífícil, pero bueno hay que seguir".