miércoles 24 de abril de 2024

Emergencia frutícola: para comprar 1 kilo de pollo se necesitan producir 20 kilos de fruta

lunes 15 de junio de 2020

La producción de manzanas y peras en Río Negro y Neuquén reclama continuar con la emergencia económica. La situación está grave por la caída de las ventas externas: los números no cierran. Aducen que para comprar un kilo de pollo, necesitan producir 20 kilos de fruta, y para un kilo de pan, más de cinco kilos. También aseguran que los productores y los consumidores son “los más perjudicados” de la cadena de valor frutícola.

“Hay muchísimas empresas que han abandonado la actividad y otros compañías internacionales ya se han ido del país. La situación es grave, ya que muchas firmas han quebrado y muchos productores hicieron abandono de las fincas. Nuestros principales mercados, como Rusia y Brasil, que han devaluado fuertes sus monedas, juntos a México y Estados Unidos, enfrentan una situación de gravedad. Por la baja del precio perdemos competitividad, mientras que los costos se han disparado respecto al año pasado”, explicó Argibay.
El tema fue evaluado días atrás los gobernadores Arabela Carreras, de Río Negro, y Omar Gutiérrez, de Neuquén, con el ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Kulfas. Las provincias patagónicas reiteraron su pedido de contar con la prórroga de la emergencia para atender las demandas en sus respectivos distritos.
También Rubén Magnani, secretario de la Cámara de Productores de Frutas de Maiquén (General Roca), en diálogo con Infobae comentó que, “la situación productiva y económica se han ido agravando y empeorando en los últimos años, actualmente por el peso que tienen el endeudamiento sobre el esquema de negocios del productos frutícola del Comahue".

La situación de los productores
Al hacer cuentas, los productores del Comahue necesitan producir cinco kilos de peras y manzanas para comprar un kilo de pan, y hasta 20 kilos para adquirir 1 kilo de pollo para sus familias en el Alto Valle. “Estos son los valores, es tremendo”, reconoció Magnani.

La pérdida de rentabilidad que impone la reducción en los precios lleva a la producción de peras y manzanas a redoblar el esfuerzo en materia de productividad: en la última década se buscaba, vía calidad, producir 35 mil kilos por hectárea mientras que hoy el sector está obligado a recoger 60 mil kilos en la misma superficie para que el negocio cierre.
El productor del Alto Valle ya mira hasta con incredulidad y desasosiego el valor que su fruta recibe en las góndolas de los supermercados de Buenos Aires, ya que, por ejemplo, la manzana de oferta se paga por kilo a $74 mientras que la premium recibe un valor de $130.
“En la comercialización de peras y manzanas, hoy dos sectores muy perjudicados: uno el productor que no sabe cuál es el costo de producción de su materia prima, y el otro, el consumidor, que no sabe lo que paga en los supermercados o verdulerías. Allí el intermediario en la gran cadena de comercialización, es el que gana. Allí ganan todos”, dijo Magnani.