martes 16 de abril de 2024
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Armó una Terapia en su casa para atender a su tío por la falta de camas

martes 29 de septiembre de 2020

Ariel López vive en Cipolletti, es enfermero y presta servicios en el hospital Castro Rendón (Neuquén). En su caso "toda la locura" comenzó el 14 de septiembre y, ante la falta de respuestas de los prestadores de Salud, armó una Unidad de Terapia Intensiva (UTI) en su casa con la ayuda de compañeros que le acercaron tubos de oxígeno.
El enfermero relató que fue su tío quien empezó con un cuadro de amgidalitis que derivó en un problema respiratorio y empezó la odisea de la familia con el PAMI. "Pedí a gritos el oxígeno", dijo y resaltó que tuvo buen acompañamiento de sus compañeros que le acercaron tubos de oxígeno y así le pudo dar una supervivencia mejor. Sin embargo aclaró que utilizó todo aquello que pudo tener a su alcance cualquier persona capacitada en salud pero con recursos y técnicas.
Ariel lamentó ver la manera en la que su tío se fue deteriorando frente a la "la pasividad, ingorancia y falta de humanidad de los entes políticos". Criticó la "negligencia del sistema, nunca fui atendido, llamé a PAMI me dijeron que tenía que llenar unas planillas, me dieron un 0800, mail y whatsapp, nunca pudimos", sostuvo y agregó que tuvo que armar su propia UTI domiciliaria porque nunca recibió la asistencia del hospital.
La desesperación lo hizo realizar una denuncia en la Policía por abandono de persona. Ni siquiera el servicio de ambulancias contratado por PAMI respondió a la emergencia según su requerimiento. Ariel contó que les reclamo que fuera internado pero le respondieron que por la edad de su tío no lo iban a internar. "Le dije que la pena de muerte en Argentina no existe, pero me dijeron que es la realidad que no lo iban a llevar", pero los paramédicos fueron más allá y en su presencia llamaron a dos clínicas para pedir una cama que les fue negada cuando informaban que la cobertura era PAMI.
"Empezó la peregrinación por los medios de comunicación", sostuvo y lamentó que "fue todo negativo, no lo pudimos internar, no quiero que esto vuelva a pasar en Río Negro". No dudó en afirmar que si hubiera tenido una prepaga hubiera sido internado, pero "hoy a nuestros ancianos, que nos dieron todo, no los podemos usar como un descarte, que entienda la gente que merecen la mayor calidad de vida que le podemos dar", pidió.
Tras aquella exposición pública el hombre fue internado pero al día siguiente falleció. Recién el 24 de septiembre Ariel recibió una comunicación telefónica desde el PAMI con una operadora que les solicitó los datos personales de su tío para iniciar los trámites administrativos. "No se imaginan la bronca y el odio que sentí", expresó y agradeció a todos los que se solidarizaron con él.
Manifestó que "todo lo que sufrieron ellos es terrible, puedo estar preparado para ver morir mucha gente, he visto morir gente de la forma más atroz en terapia intensiva, pero cuando le toca a un familiar es durísimo".
Destacó que la cuestión epidemiológica en el Alto Valle es "abrumante" en relación a la desobediencia de la población al acatamiento de las normas mínimas para evitar la proliferación del virus. "Como país no estamos preparados", aseguró en cuanto a la capacitación como en lo estructural y edilicio del sistema de salud.
"Nuestros funcionarios no están a la altura de las circunstancias", dijo y tomó el caso del chofer de una ambulancia o un terapista que deben capacitarse para ejercer su profesión en contrapartida a un cargo político. "Ojalá que esto no nos deje sólo secuelas, sino enseñanzas. A nosotros como profesionales y a nuestros políticos", expresó.