
En el cierre de la última jornada de alegatos en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, los ocho rugbiers solicitaron el derecho de tener la última palabra ante ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores. De manera unánime, todos dijeron estar arrepentidos y le pidieron perdón a la familia de la víctima.
Minutos antes, el abogado defensor desarrolló los fundamentos de su alegato y pidió que sus defendidos sean condenados por el delito de "homicidio en riña", que prevé una pena máxima de seis años de prisión, o que, en su defecto, se los declare culpables por "homicidio simple con dolo eventual" y "se distribuyan las participaciones que el tribunal entienda" de cada uno, o por el delito de "homicidio preterintencional".
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