jueves 16 de mayo de 2024

Chile

El pacto de dos religiosas en Chile que terminó con un cuerpo en una valija

"Se encontró que era un cadáver completo, osamentas que estaban desarticuladas ya por el tiempo, con una data aproximada mayor a los seis meses", dijo el subprefecto Juan Luis Fonseca a la prensa chilena.
jueves 11 de abril de 2024

La policía de Chile tuvo que extremar sus recursos para poder aclarar el caso de la desaparición de un cuerpo sin vida, abandonado en la calle dentro de una valija cubierta por una bolsa. Inicialmente, se pensó que se trataba de un asesinato, pero una cámara de seguridad de la calle pudo orientar la pesquisa hacia una verdad espeluznante.

Un recolector de residuos para reciclar llegó en bicicleta y estuvo manipulando ese bulto. Parecía ser el responsable de haberlo abandonado. Pero otra cámara permitió entender que sucedió: una religiosa, vestida con hábitos, llegó al lugar pocos minutos antes. Ella fue la que dejó el cuerpo sin vida de otra mujer en plena vía pública.

La policía logró ubicarla y comprendió lo que sucedió. Las religiosas vivían juntas y eran laicas "consagradas". Como una de ellas estaba enferma, hicieron un pacto: por amor, la mayor, no declararía la muerte y guardaría sus restos en una bodega durante un año. Pero una visita inesperada hizo que tomara la decisión de deshacerse del cuerpo.

Fue así que salió de la casa que compartían, con los restos de su compañera en la valija y los descartó en la calle.

Una valija en la calle, el final de un pacto macabro
La zona de Nuñoa, en el este de Santiago de Chile fue el centro de un hecho sorprendente. La policía llegó convocada por los vecinos por un fuerte olor nauseabundo. Prvenía de una bolsa de color azul que contenía una valija. Cuando la abrieron, se encontraron con los restos de un cuerpo humano.

Comenzaron a investigar y las cámaras en la calle mostraron a un primer sospechoso: un recolector de residuos para reciclar Un cartonero). Se lo ve llegando con su vehículo de dos ruedas y manipular esa bolsa azul, la deja y se va del lugar. Lograron ubicarlo y cuando fue interrogado contó lo siguiente: buscaba elemetos para reciclar y esa bolsa azul le llamó la atención, pero el fuerte olor que despedía hizo que la dejara en el lugar.

Para ello, ya el primer informe forense muy preliminar, indicaba que el cuerpo era de una mujer, sin signos de violencia, lo que hacía presumir que murió por causas naturales.

La policía siguió investigando y una nueva imagen fue la llave para resolver este misterioso hallazgo de un cadáver en plena calles.

Un macabro pacto por amor entre religiosas
La imagen clave muestra a una religiosa, con sus hábitos caminando junto a la reja de una casa que luego cruza la calle. Justamente, en la vereda de enfrente, apareció el bulto con los restos humanos. La policía de Santiago de Chile identificó de dónde provino la religiosa y solo necesitaron unas pocas preguntas para comprender lo que pasó.

La religiosa - "laica consagrada" pero no monja - tiene 80 años y se llama Lorenza Ramírez. Vivía desde hace muchos años con otra mujer en su misma condición. Se llamaba Érica Fernández, de 59 años. Pero padecía una enfermedad terminal. Las dos hicieron un pacto por el que una cuidaría de la otra más allá de la muerte y eso fue lo que sucedió.

Cuando Érica murió, Lorenza no declaró el fallecimiento a las autoridades. Tomó el cuerpo y lo guardó en una bodega de la residencia que compartían. Y así permaneció - según la policía - durante más de un año.

Hasta que una visita precipitó la situación que conmueve a la capital trasandina.

Una visita tan familiar como incómoda para mantener el pacto macabro
Lorenza recibió un aviso que por lo general es una buena noticia, menos en este caso. Su hija iba a ir a visitarla teniendo encuenta la avanzada edad de la madre. La religiosa comprendió que no podía arriesgarse a quesu hija viera los restos de Érica guardados en una bodega. Hizo lo primero que se le cruzó por la mente: descartarla lo más rápidamente posible.

Fue así que colocó la valija con los restos dentro de una bolsa de color azul, caminó unos metros y la dejó al lado de un poste con otros residuos de la cuadra.

Fue en ese momento que apareció en escena el "cartonero". Con su vehiculo con una plancha para llevar elementos, se detuvo y manipuló la bolsa de color azul, luego se aleja. Eso hizo que la policía sospechara de él en un primer momento.

Cuando recibió la declaración a la que antes nos referimos, comprendieron que había un episodio previo a la aparición de este "cartonero". Así fue que dieron con la cámara que muestra a la religiosa de 80 años, caminando por ese mismo lugar.

Sin más remedio, abordada por la policía, Lorenza, de 80 años, confesó que se habían juramentado con Érica que una cuidaría de la otra luego de la muerte. Érica, pese a ser 20 años más joven, enfermó y murió. Por eso Lorenza cumplió con ese pacto macabro. Pero la llegada de su hija precipitó todo.

Al querer descartar el cuerpo, la presencia inesperada del cartonero hizo que actuara la policía. Lorenza fue detenida y llavada a la policía. Pero se dice que no quedará presa