viernes 26 de abril de 2024

Por el avance de la inflación preparan el lanzamiento del billete de $ 5000

lunes 11 de mayo de 2020

Argentina despliega sus oscilaciones sin pudor. Era el 30 de noviembre de 2017, en una escuelita de Lobos, hábitat por cierto del hornero, un Federico Sturzenegger henchido de orgullo develaba la imagen del nuevo billete de $ 1.000 de los argentinos, con un bello pajarito autóctono que pocos podrían identificar: el hornero.
Con su gestión en el Banco Central había quedado atrás la acérrima oposición de la administración de Cristina a convalidar la impresión de billetes de mayor denominación, aún cuando para 2014 $ 100 tenían, en relación a 15 años atrás, el poder de compra de $ 10.

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Hasta ahí llegó Sturzenegger. Hasta los $ 1.000. Aunque antes lanzó nuevos billetes de $ 20 (guanaco), de $ 200 (ballena franca austral) y de $ 500 (yaguareté). No sólo se quebró así la resistencia a imprimir billetes de más denominación como admisión de la dinámica inflacionaria sino que se revolucionó, con el desembarco de la fauna autóctona nacional, la vieja tradición de los próceres del manual del colegio. Ahora, el siguiente paso, lo dará su sucesor, Miguel Pesce, con el billete de $ 5.000.

El ex gobernador mendocino, Rodolfo Gabrielli, hoy presidente de Casa de Moneda, está definiendo los detalles de la emisión con el titular del Banco Central. Y lo que sería además un regreso de los personajes destacados a los billetes. Si bien la emisión depende del Central en su calidad de autoridad monetaria, es la Casa de la Moneda la que se encarga de la impresión. Es la que tiene "la maquinita".

Pero antes, ¿hace falta un billete de $ 5.000 en este momento? Varias razones indicarían que sí. Por empezar, las más cotidianas y tangibles: la erosión inflacionaria que deriva en menor poder adquisitivo del billete con el que antes se podía acceder a más bienes.