viernes 29 de marzo de 2024
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Para Montamat, este año está jugado para Vaca Muerta

lunes 20 de abril de 2020

El exsecretario de Energía analiza las consecuencias de la pandemia en el sector y advierte: «No todos los males son culpa del coronavirus». Inversiones, precios, tarifas y empleo.
Daniel Montamat es uno de los gurúes más consultados y respetados en el sector energético. Su vasta experiencia acumulada por haber sido funcionario público, docente y asesor privado hace que sus opiniones y propuestas sean más realistas y lógicas que las que pregonan los académicos puros y los políticos sin conocimiento. En medio de la incertidumbre generalizada que impuso la expansión del coronavirus, analizó con Letra P el escenario energético mundial, los principales problemas que enfrenta la industria hidrocarburífera y qué puede pasar en plano local con las inversiones y los precios en los mercados petrolero, gasífero y eléctrico. «Para Vaca Muerta, este año está jugado», sentenció y advirtió: «No todos los males energéticos son culpa del Covid -19”.
BIO. Nació en Río Cuarto. Preside la consultora Daniel Montamat y Asociados. Dos hijos. Hincha de Independiente. Economista, contador público y abogado. Tiene dos doctorados y es docente de posgrado. Fue director de Gas del Estado, presidente y director de YPF y secretario de Energía. Consultor del Banco Mundial y del BID. Entre otros libros es autor de “La Energía Argentina: otra víctima del desarrollo ausente”.

-Antes del estallido del coronavirus, la demanda petrolera del mundo era de unos 100 millones de barriles/día (b/d) y el shock de demanda por el cierre de las economías redujo el consumo en unos 30 millones b/d promedio. En medio de esa situación, la disputa entre Arabia y Rusia para defender market share y liberarse de los compromisos de cortes productivos agregó incertidumbre sobre el exceso de oferta. Los precios Brent que se proyectaban en alrededor de 60 dólares el barril para 2020 y que ya venían cayendo respecto al año pasado se derrumbaron a 30 dólares.
El FMI pronosticó una caída de la economía mundial del 3% en este año y una recuperación del 5.7% para 2021. De darse esos pronósticos, veremos precios muy volátiles este año en torno de los 40 dólares promedio para el crudo Brent.
-¿El reciente acuerdo que alcanzaron la OPEP y sus aliados con el respaldo de Rusia, EE.UU. y el G -20 podría traer una recuperación de los precios del crudo?
-Los acuerdos involucran cortes de unos 10 millones de b/d y empiezan a tener efecto el mes próximo. El presidente (Donald) Trump ha mencionado que se sumarán a esos cortes unos ocho a diez millones de b/d adicionales seguramente pensando en que muchas producciones marginales costosas dejarán de operar. Pero estimo que, mientras la economía mundial siga en “coma inducido”, la magnitud de los cortes respecto a la caída de la demanda en el corto plazo no va a influir mucho en los precios. Sirve para ordenar el exceso de inventario y para evitar que los precios sigan en el quinto subsuelo, pero la recuperación de precios va a depender de cuándo podamos vislumbrar una salida al parate económico mundial. El FMI pronosticó una caída de la economía mundial del 3% en este año y una recuperación del 5.7% para 2021. De darse esos pronósticos, veremos precios muy volátiles este año en torno de los 40 dólares promedio para el crudo Brent. Y para el próximo año es posible que el valor promedio suba a 50 dólares por barril.

-Los precios internacionales son disuasivos de nuevas inversiones. Las inversiones ya hundidas enfrentan estos precios con costos marginales de corto plazo (lifting costs) que permiten mantener algunas explotaciones activas. Pero cuidado, porque hay pozos con costos que superan los precios de referencia del barril de la pandemia. En la Argentina somos tomadores de precios y, cuando estos caen, la viabilidad económica de la explotación depende de los costos. Antes de negociar y discutir regímenes excepcionales de precios, debemos ver si es posible reducir costos y aumentar productividad para sostener explotaciones en curso. Lo dicho para el petróleo también vale para el gas. Es cierto que es menos transable y no tiene precios de referencia internacional. Pero, si no lo producimos localmente, hay que importarlo de Bolivia o por barco o sustituirlo por un combustible derivado del petróleo, con lo cual quedamos sometidos a los precios de referencia del exterior.