El Gobierno daría marcha atrás con la reforma laboral
El presidente Mauricio Macri puso en pausa la reforma laboral al definir que no impulsarán su tratamiento en sesiones extraordinarias, como se preveía semanas atrás. Pero incluso en el Gobierno ya piensan que directamente no se aprobará este año.
Una alternativa que ya comenzaron a evaluar en concreto consiste en retomar la estrategia de avanzar en acuerdos por sectores, como los que se suscribieron en los casos de los actores petroleros de Vaca Muerta o en la industria automotriz.
"No hay una reforma laboral", llegó a afirmar en conferencia de prensa el jefe de Gabinete, Marcos Peña, tras la reunión de gabinete.
El funcionario minimizó el peso de la iniciativa que envió el Ejecutivo al Congreso en diciembre y cuya letra fue acordada con la CGT, pero cuestionada por los sectores sindicales más críticos de la administración Cambiemos. Esa situación provocó que el oficialismo terminara perdiendo los avales de los sindicatos y del peronismo para avanzar con proyecto.
En la propia cúpula de la central obrera celebraron la decisión oficial de congelar la reforma. "Que hayan bajado el proyecto confirma que el problema para el crecimiento no eran los condiciones laborales sino el propio plan económico del Gobierno", afirmó a este diario Juan Carlos Schmid, uno de los referentes del triunvirato de conducción de la CGT.
En la Casa Rosada comenzaron a evaluar alternativas a la reforma laboral. En esa línea habló Peña cuando negó el concepto de "reforma laboral" y priorizó la estrategia de "reformismo permanente para ir modificando" la situación laboral afectada por el desempleo y la informalidad. "Hoy se implementa la ley de ART, que redujo la litigiosidad, o acuerdos sectoriales como en Vaca Muerta (con los petroleros) y la industria automotriz, que ayudaron a generar más puestos de trabajo en esos sectores", afirmó el jefe de ministros.