jueves 25 de abril de 2024

Crearon empresas fantasmas para quedarse con la plata del temporal

lunes 23 de abril de 2018

Chubut.- La Unidad Anticorrupción detectó empresas fantasma creadas para quedarse con parte de los 46 millones de pesos de la emergencia climática de Comodoro Rivadavia. Era dinero destinado por decreto para módulos alimentarios, colchones, frazadas, leña, pasto y agua, pero como los proveedores que se hicieron figurar no existían, esa mercadería ni siquiera pudo haberse comprado, pese a las promesas para las familias azotadas por el temporal en el sur chubutense.

Según declaró el fiscal Alex Williams en una entrevista ofrecida a Diario Jornada el dinero se habría repartido entre los responsables de los organismos del Gobierno provincial que trabajaron en esa emergencia. En otros casos los proveedores existieron pero prestaron facturas para el fraude. Una parte del desfalco fue a parar a sus bolsillos.

“La línea de los sobreprecios conduce seriamente a la sospecha de maniobras mediante las cuales se pedían facturaciones a algunos proveedores, sin respaldo de mercadería”, le dijo el fiscal a Jornada. “Hay facturas que el Estado pagó y por las cuales sospechamos muy seriamente que no hubo contraprestación”.

Cuando los investigadores buscaron las firmas que presuntamente vendieron los elementos a los proveedores locales, “eran empresa fantasmas con domicilio inexistente”. Williams confirmó “la inexistencia absoluta de ningún tipo de registro, planilla ni rendición ni nada que se le parezca en los dos depósitos de Comodoro Rivadavia y Rawson”. Cuando junto con el fiscal Omar Rodríguez pidieron la constancia de recepción de los cargamentos, no hallaron nada.

“Cuando investigamos la documentación respaldatoria, el proveedor no existe o por ejemplo, empezó a prestar servicios declarados en la AFIP en la misma fecha que ellos le compraron”, reveló. Esas firmas no tenían antecedentes, empleados ni movimientos bancarios. “Es falso, se buscó una empresa que aporte una boleta. No tenían respaldo documental de ningún tipo”.

Williams confirmó que “hicimos el camino inverso de las facturas hacia atrás en el tiempo y que el material se haya entregado es inverosímil: mal puede haberse entregado si el proveedor al que ellos dicen que le compraron no existe”.

La Unidad revisó domicilios legales y fiscales. “Eran empresas vacías, una cáscara sin nada”. Algunas direcciones eran casas de familia. Y en los depósitos la respuesta era que “no hubo control y la situación era caótica. Los remitos los firmaba cualquiera y pierden fuerza de acreditación, o hay un garabato sin aclarar quién lo recibió, sólo para cumplir con las formas”.

“Todo refuerza la hipótesis de que la emergencia climática se aprovechó para lucrar por parte de la Coordinación de Gabinete, Unidad Gobernador y el Ministerio de Familia. Estas áreas están fuertemente involucradas en la adquisición falsa de bienes con proveedores que nunca tuvieron respaldo”. Recién se chequeó apenas una tercera parte de una primera tanda de compras sospechadas.

Otro ejemplo del fiscal es “comprarle a un negocio que no tiene depósito ni capacidad económica 1500 colchones de la noche de la mañana. Si hoy alguien le compra uno, no tiene”.

Por otro lado el fiscal reconoció que también hay proveedores que sí existen pero sólo prestaron factura. “Los locales en gran parte hicieron eso. Tenemos alta sospecha de que prestaban factura, cobraban el dinero, porque fluía fuertemente, y el reparto era entre las personas que dirigían el organismo público y el comerciante que prestaba la factura. De esa manera hicieron fluir el dinero de la caja negra durante la emergencia”. (El Patagónico)