martes 23 de abril de 2024

"Vi al Ucumar y ya no pude dormir": así vive el hombre que quiere cazar al mítico animal en Salta

sábado 23 de abril de 2022

Ángel Pacheco está con miedo. Hace días que no duerme y apenas come. A la noche se encierra en su casa. La razón de su malestar es sencilla: según dice, días atrás se encontró con el mítico Ucumar en los montes de Salta.
“Medía como 1,80 m, era robusto, muy peludo y con unos ojos rojos, rojos”, dijo a TN el exboxeador y productor agropecuario sobre la criatura que esa noche alumbró con una linterna.

Pacheco lo recuerda como si fuese ayer. Fue la noche del 12 de abril, cerca de las 21.30, “una noche tranquila”. El hombre, hincha fanático de Boca, había terminado de escuchar en la radio el partido del conjunto xeneize contra Always Ready por la Copa Libertadores cuando sus perros se pusieron a ladrar.
El hombre de 52 años, que vive de la cría de chanchos y gallinas y de la siembra de choclo y porotos en su finca de San José de Metán, pensó que podía ser algún ladrón o un animal que merodeaba por allí.
Salió con una linterna y sus perros, pero los canes “estaban asustados y regresaron de inmediato”. Entonces, lo que hasta entonces para él era solo una leyenda se volvió realidad. Allá, parada adelante de él, a unos 25 metros, estaba “la cosa”. El Ucumar lo miró fijo con sus ojos inquietantes, cruzó el camino y se metió monte para dentro.
“El Ucumar existe”
Pacheco jura que no fue una alucinación. “El Ucumar existe. Había escuchado historias, no creía en eso, pero ese día lo vi con mis ojos. Se me cruzaron muchas cosas por la mente. Me metí adentro, cerré las puertas, tenía un miedo”, se sinceró en diálogo con TN.
Ese terror persiste. Desde entonces, Pacheco no se queda más a dormir en la finca, que pertenece a la familia de esposa y se encuentra a unos 10 km de la ciudad. “Me vengo para Metán a las 18.30, no quiero estar más allí de noche”, dijo.
Según contó, ya fue al médico y “se está por atender con una psicóloga” porque el encuentro con el primo andino del Yeti le causó muchos trastornos y afecta su vida social. “Hace días que no duermo, ando sin comer. A la noche me encierro en mi casa, en mi pieza y no salgo hasta el otro día”, sostuvo.
“Cuando viene gente a casa, no quiero que me molesten. Me siento mal si vienen mis amigos, ni quiero jugar al fútbol. Solo quiero estar tranquilo”, afirmó.
Después de esta pesadilla, Pacheco reveló que hay algo que podría ayudar a devolverle la paz y la alegría: “Sueño con conocer la cancha de Boca”.

El Ucumar, algunas veces conocido como Ucumari, Jucumari o Ucumare, es un mítico animal salvaje con ligeros rasgos humanoides, manos y pies muy grandes y cuerpo enteramente cubierto de pelos.
Su nombre significa “oso” en aymara y en quechua y su leyenda se circunscribe al ámbito de América del Sur, especialmente el norte argentino, Perú, Bolivia y Ecuador. El Ucumar estaría vinculado con mitos peruanos de antigua data.
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En su libro Seres sobrenaturales de la cultura popular argentina, Adolfo Colombres lo describe de la siguiente manera: “Es el hombre oso, al que se lo representa en distintos grados de hibridación: desde un oso de baja estatura, feo y peludo, con ligeros rasgos humanoides, hasta un hombre bestial, totalmente cubierto de pelos, larga barba y frente angosta”.
“El Ucumar vive en cuevas, en el fondo de las quebradas, pero merodea los ríos y las vertientes, bañándose en ellos: es fácil por eso encontrar allí sus pisadas, similares a las de un oso. Según algunas versiones, además de fuerte es ágil, por lo que puede treparse a los árboles más altos”. Dicen que rapta mujeres y niños y suele aparecer de imnproviso, “aterrorizando al que lo ve”.
Algunos autores piensan que el oso de anteojos (Tremarctos ornatus) que habita los bosques húmedos andinos pudo haber sido el inspirador de este particular ser mitológico.