miércoles 24 de abril de 2024

Triple Crimen de Cipolletti y Cielo López, dos hechos que conmovieron al país

domingo 08 de noviembre de 2020

El 11 de noviembre de 1997 los cuerpos de las jóvenes María Emilia, Paula González y Verónica Villar fueron encontrados en las inmediaciones de Cipolletti.
Ventitres años han pasado de este triple crimen y no sabemos por qué, ni quiénes son los responsables, se sabe de un detenido pero no por el asesinato, de la impericia, encubrimiento y ocultamiento de pruebas por parte algunos efectivos de la policía y funcionarios del gobierno de entonces, de la desidia del Poder Judicial, que no fue capaz de enmendar su pésima actuación.
En una causa en la que se lo imputó por incumplimiento de los deberes de funcionario, por ascender a un comisario fuera de lo que establecen las normativas, el exjefe de la policía y exsecretario de seguridad de Río Negro Víctor Cufré, fue condenado a la pena de cinco mil pesos, más inhabilitación especial para cumplir funciones con jerarquía de Secretario de Estado por el término de un año a partir de que quede firme el fallo.



En la tarde del domingo 9 de noviembre de 1997, las tres chicas salieron de paseo por un camino de chacras. Los familiares les perdieron el rastro y denunciaron ese mismo día la desaparición en la policía, pero nadie les creyó. Dos días después, los cuerpos agredidos y maltratados de María Emilia de 24 años; Paula, de 16, y Verónica, de 22, fueron hallados sin vida y semiocultos en una zona rural.
Cipolletti perdió entonces la imagen de una ciudad tranquila, de un sitio con buenos vecinos, donde no se hablaba de drogas, ni de corrupción policial.
Por este triple homicidio fueron detenidas y procesadas dos personas, Claudio Kielmasz y Guillermo González Pino. El juez de instrucción Pablo Irribarren los halló responsables de las tres muertes. Pero su investigación no conformó a los familiares de las víctimas y aquí ya se hizo carne de que los dos detenidos son apenas la punta de un iceberg.
También dice que "no menos de cinco personas" participaron del crimen y que todo esto fue "planificado" y vinculado "con el negocio de la droga".
La investigación tuvo una seguidilla de inexplicables errores desde el comienzo. Empujado por policías rionegrinos que después quedaron sin empleo, el juez Iribarren perdió los valiosos primeros días de trabajo.
A las pocas horas de descubierto el triple crimen, aquí todo fue una gran confusión. La policía intentó cerrar el caso con tres detenidos, marginales de la sociedad a los que, poco tiempo después, el juez debió liberar por falta de mérito.
El trabajo de la institución policial cayó bajo sospecha. Los primeros oficiales y suboficiales que trabajaron en el caso fueron apartados. Y se formó una bola de nieve tan grande que terminó arrastrando a la cúpula de la jefatura policial rionegrina y generó un problema grave a la gestión del gobernador Pablo Verani.
Las familias estaban unidas en el sentimiento de justicia, pero van divididas a un juicio oral que aún no tiene fecha. Con estrategias distintas, los Villar concurrirán con el patrocinio de Dalmazo y los González con el del abogado José O´Reilly.