viernes 26 de abril de 2024

Por qué los síntomas del COVID prolongado se reducen hasta un 80% en los vacunados

viernes 09 de septiembre de 2022

El COVID Prolongado o síndrome post-COVID-19 es un problema sanitario emergente y complejo que ya está afectando a la humanidad y podrá impactar en el futuro, incluso después de la pandemia por el coronavirus. Entre los síntomas más comunes se encuentran la fatiga, la dificultad para respirar y la disfunción cognitiva, pero también otros que afectan a los sistemas musculoesquelético, cardíaco y nervioso central y que, por lo general, repercuten en el funcionamiento cotidiano de las personas afectadas.
Un estudio realizado en Israel aportó más pruebas sobre los beneficios de aplicarse las vacunas contra el COVID-19 como una manera de reducir el riesgo y el impacto del COVID Prolongado.

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Ya se sabía que los síntomas del Covid Prolongado pueden fluctuar o recaer con el tiempo. Los más prevalentes son la fatiga (aproximadamente el 58%), la falta de aire (24%), el dolor articular (19%), el dolor torácico (16%)2,3, el dolor de cabeza (44%), las palpitaciones (11%), las limitaciones físicas, la depresión (12%) y el insomnio (11%). Estos síntomas pueden surgir después de la recuperación inicial de un episodio agudo de COVID-19 o ser síntomas persistentes que no se resuelven después de la infección.
Michael Edelstein lideró un estudio en Israel sobre el impacto de la vacunación para bajar el riesgo de desarrollar COVID Prolongado/Archivo
El nuevo estudio fue llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina Azrieli de la Universidad Bar-Ilan de Israel. Demostraron que la vacunación con al menos dos dosis de las vacunas desarrolladas por las empresas Pfizer y BioNTech reduce drásticamente la mayoría de los síntomas a largo plazo que los individuos declaran meses después de contraer la infección por el coronavirus.
En la investigación, ocho de los diez síntomas más comunes se registraron entre un 50 y un 80% menos entre los individuos que recibieron al menos dos dosis de la vacuna contra el COVID-19 en comparación con los que no recibieron ninguna dosis.
El estudio fue publicado en la revista npj Vaccines, del grupo editorial que publica Nature. Fue dirigido por el profesor Michael Edelstein, de la Universidad de Bar-Ilan, en colaboración con los equipos de enfermedades infecciosas e informática de tres de los hospitales afiliados a la Facultad en el norte de Israel: Centro Médico Baruch Padeh, Centro Médico Ziv y Centro Médico Galilea. Paul Otiku, estudiante de doctorado de la Facultad Azrieli de Bar-Ilan, realizó la mayor parte del análisis estadístico.
Ocho de los diez síntomas más comunes del COVID Prolongado se registraron entre un 50 y un 80% menos entre los que habían recibido al menos dos dosis de la vacuna en comparación con los que no recibieron dosis/Archivo
Casi 3.500 adultos de Israel participaron en el estudio, que fue realizado entre julio y noviembre de 2021. Esas personas completaron una encuesta disponible en cuatro idiomas locales comúnmente hablados -hebreo, árabe, ruso e inglés- con una variedad de preguntas sobre la infección previa de COVID-19, el estado de vacunación y cualquier síntoma que estuvieran experimentando.
Más de la mitad de los participantes (2.447) declararon no haber tenido ninguna infección previa por el coronavirus, mientras que 951 sí habían estado infectados. Entre los que tuvieron la infección, 637 (67%) recibieron al menos dos dosis de vacuna. De los 2.447 individuos que no declararon ninguna infección previa, 21 (0,9%) recibieron una dosis, 1.195 (48,8%) recibieron dos dosis, 744 (30,4%) recibieron tres dosis y el resto no se vacunó (19,9%).
Los investigadores compararon a los individuos vacunados con los no vacunados en cuanto a los síntomas post-agudos que declararon. Tras ajustar factores como la edad y el tiempo transcurrido desde la infección hasta la respuesta a la encuesta, descubrieron que la vacunación con dos o más dosis de la vacuna de ARN mensajero se asociaba a un menor riesgo de notificar los síntomas del COVID Prolongado más comunes.
Se descubrió que la vacunación con dos o más dosis de la vacuna de ARN mensajero se asocia a un menor riesgo de tener síntomas de COVID Prolongado (Getty)
Entre la población del estudio actual, los síntomas más comunes declarados -fatiga, dolor de cabeza, debilidad de las extremidades y dolor muscular persistente- se redujeron en un 62%, 50%, 62% y 66%, respectivamente. La falta de aire se redujo en un 80% y el dolor muscular persistente en un 70%.
El estudio, que recibió el financiamiento de la Fundación Harvey Goodstein, contribuyó a la escasa información que hay en el mundo sobre el impacto de la vacunación en el COVID Prolongado. “No comprendemos del todo lo que ocurre en los meses y años siguientes al COVID-19 en términos de salud y bienestar físico y mental”, afirmó el profesor Edelstein.
“Como el COVID Prolongado parece afectar a tanta gente, era importante para nosotros comprobar si las vacunas podían ayudar a aliviar los síntomas. Cada vez está más claro que las vacunas protegen no sólo contra la enfermedad sino, como sugieren los resultados de este estudio, contra los efectos a largo plazo de la COVID-19, que a veces cambian la vida”, resaltó el experto.
Su estudio fue el primero de un proyecto en curso puesto en marcha para hacer un seguimiento de una gran cohorte de individuos de todos los sectores de Israel con el fin de comprender el impacto de las vacunas en la calidad de vida a largo plazo, las diferentes variantes del coronavirus y los síntomas del COVID Prolongado.