Morir y velar a un familiar en el Norte neuquino tiempos de pandemia

En El Cholar se permitió que una persona fuera velada por casi tres horas en el gimnasio municipal y luego fue trasladada al cementerio local, lo cual fue autorizado por Zona Sanitaria III, el mismo organismo que dispone que en otros casos el traslado de la persona fallecida sea en forma inmediata a la necrópolis, como ha sucedido en Chos Malal.
La persona provenía de la capital neuquina y estaba en tratamiento médico, por lo que por tratarse de un lugar con circulación comunitaria del virus, debió darse cumplimiento con el protocolo, como se ha hecho con otros casos, cuyos seres queridos no tuvieran la posibilidad de despedirse.
Cuando se trata de casos que provienen de la capital neuquina, con circulación comunitaria del virus, el protocolo debiera cumplirse en todos los casos, dado que en Chos Malal sin ir más lejos han acontencido fallecimientos que fueron considerados sospechosos por provenir de Neuquén y el traslado al cementerio fue inmediato, en algunos casos en la madrugada, sin posibilidades de nada y ante el dolor de despedir de una forma tan cruel e inhumana a un ser querido.
En el caso de El Cholar, no sólo se permitió que fuera velada, con la anuencia de Zona Sanitaria III, sino que además se esperó la llegada de familiares provenientes de la capital neuquina.
Dicen que en ese velatorio se cumplieron con los protocolos de distanciamiento y pocas personas a la vez en el lugar, pero esto tampoco fue posible en los casos de Chos Malal.