jueves 28 de marzo de 2024
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El lunes comienza la Semana Mundial de la Lactancia Materna

martes 26 de julio de 2022

Por sus múltiples beneficios, es la mejor opción para la salud del bebé y su mamá. Además impacta positivamente en toda la sociedad. Especialistas advierten que la crisis sanitaria por el Covid deterioró el apoyo de esta herramienta vital para la salud pública. Consejos para una buena práctica y claves para sobrellevar los obstáculos más frecuentes.
Pocas consignas tienen tanto consenso en la comunidad médica y en la sociedad como la siguiente: la lactancia materna es la mejor forma de alimentar a un bebé. La leche humana está perfectamente diseñada para satisfacer las necesidades nutricionales e inmunológicas protegiendo a los niños y niñas de enfermedades comunes, a corto y a largo plazo; y brinda efectos positivos permanentes. Pero los beneficios van más allá de los chicos, ya que también se extienden a la madre y a la salud pública, reduciendo el riesgo de mortalidad infantil.
La pandemia de coronavirus -que paralizó y atravesó por completo nuestras vidas- produjo un retroceso en la promoción y el apoyo de esta herramienta natural de vital importancia para generar un mundo más saludable. Y ahora plantea un nuevo desafío mientras la sociedad se reacomoda tras el duro impacto que produjo el Covid.
“Varios factores pueden haber influido. El aislamiento y las normas de distanciamiento físico llevaron a un menor número de consultas presenciales, por lo que las familias tuvieron menos oportunidades de recibir asesoramiento especializado sobre lactancia. Para disminuir el impacto del aislamiento, SMG implementó un sistema de consultas virtuales de los servicios de neonatología y puericultura que tuvo muy buena aceptación y permitió resolver dificultades brindando apoyo y asesoramiento” explica la Dra. Ana Pedraza (MN 42867) Jefa de Neonatología de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina. “Por otro lado, el contacto social restringido de familiares y amigos también contribuyó al deterioro del apoyo a la lactancia. Ahora el mayor desafío consiste en retomar los estándares prepandemia, elaborando estrategias de promoción y protección”, afirma al ser consultada sobre los nuevos objetivos que hay por delante.
A eso apunta la Semana de la Lactancia 2022, que arranca este lunes 1° de agosto. El lema se centra en la importancia de la educación: “Promover, proteger y difundir la lactancia en el marco del Plan 1000 días”. Conocer los beneficios, saber cómo resolver las complicaciones más frecuentes y crear ámbitos que le faciliten a la madre el tiempo y los espacios para extraer leche o darle la teta a su bebé son fundamentales para conseguir los objetivos planteados. El beneficio, está claro, bien lo vale.

La lactancia materna contribuye a disminuir la mortalidad infantil y brinda a los niños y niñas beneficios a corto y a largo plazo como protección contra infecciones respiratorias y gastrointestinales, reducción en el síndrome de muerte súbita del lactante, menor incidencia de otitis media aguda en los primeros dos años de edad, rinitis alérgica y desnutrición. A largo plazo, previene la aparición de sobrepeso y obesidad infantil.
“También se han reportado mejorías en el desarrollo neurológico asociando la lactancia con un mayor rendimiento en pruebas de inteligencia”, detalla la Dra. Elba López Turconi (MN 66278) Jefa del Servicio de Neonatología del Sanatorio de los Arcos.
Con respecto a los beneficios para las madres, “el inicio temprano del amamantamiento reduce el riesgo de hemorragia postparto y de padecer anemia y deficiencia de hierro. También disminuye el riesgo de padecer cáncer de mama y ovario. Además, ayuda a regresar al peso que tenían previo al embarazo ya que una persona que amamanta gasta alrededor de 500 calorías adicionales por día para la producción de leche”, remarca la especialista.
Un dato a tener en cuenta es que los resultados son mejores si la lactancia es exclusiva. Por eso, “es aconsejable que los recién nacidos sean alimentados dándoles solamente el pecho durante los primeros seis meses de vida, y que luego se incorporen alimentos complementarios adecuados para su edad manteniendo la lactancia hasta los dos años o más”, agrega López Turconi.
Tips para una buena lactancia

  • Que la madre tenga información desde el embarazo.
  • Amamantar buscando una posición cómoda, con la espalda y los pies apoyados, en un ambiente tranquilo.
  • Identificar una buena prendida, observar que el bebé se acopla adecuadamente y succiona en forma efectiva.
  • No sentir dolor durante la mamada.
  • Saber identificar las señales de hambre del bebé.
  • Conocer cómo cuidar los pechos en la bajada de leche y cómo mantener la producción de leche.
  • Que cuente con un consultorio de lactancia, para consultar si surgen dificultades.


Muchas mujeres llegan a la lactancia convencidas de sus beneficios, pero al momento de darle la teta a su bebé se encuentran con obstáculos que pueden desalentarlas. Los más frecuentes son la percepción de que la producción de leche es inadecuada y los dolores en los pezones y las mamas; y en muchos casos provocan que se interrumpa en forma temprana el proceso.
“La ingesta inadecuada de leche puede deberse a una combinación de factores. En muchos casos, el problema se puede resolver optimizando la frecuencia y la técnica de amamantamiento, con un estrecho seguimiento y apoyo a la lactancia”, explica la Licenciada María Teresa D’Osualdo, Coordinadora de Puericultura del Sanatorio de Los Arcos.
En cuanto a los dolores en los pezones, la causa más frecuente es el mal acoplamiento entre la boca del bebé y el pecho. Estas dificultades en la prendida se dan, por lo general, dentro del primer mes. “El dolor interfiere con el mecanismo de eyección de la leche. Esto provoca que el niño no reciba suficiente leche al mamar, lo cual manifiesta con inquietud y llanto. La madre se angustia, inhibe aún más la eyección de la leche, y así se entra en un círculo vicioso que puede llevar al fracaso de la lactancia”, agrega.
Estas dificultades complican la lactancia y pueden llevar al abandono. Sin embargo, con un asesoramiento adecuado y un tratamiento preciso, la mayoría de estas dificultades se pueden superar y mantener la práctica con éxito durante más tiempo.