miércoles 24 de abril de 2024

El abandono social al Padre Fernando Barrufet

viernes 10 de julio de 2020

El padre Fabián Barrufet, Fundador del Colegio Pablo VI, se encuentra prácticamente en una situación de abandono social y sin embargo sigue ayudando al prójimo.
Su actual situación se hizo conocida esta mañana cuando dialogó con el periodista Francisco Casado.
Señaló que “ el 23 de abril escribí una nota en Facebook preguntando: “¿quién tiene que hacerse cargo de los hombres en situación de calle?” porque desde el día que comenzó la cuarentena fui dando refugio en la parroquia a diez hombres en situación de calle. Publiqué la nota porque en la misma semana se organizó entre ellos, dos peleas brutales y tuve que llamar a la policía.
Siguió relatando que “en esa ocasión dos oficiales, - conocedores mejor que yo de la sicología de estas personas, - me pidieron que cerrara el albergue provisorio: pero ¿cómo dejar en la calle a estos refugiados cuando no se podía circular? por eso preguntaba ¿quién tiene que hacerse cargo de ellos? “
“Sin duda corresponde a los distintos organismos del estado. la publicación de esa nota tuvo consecuencias inmediatas: radios, medios televisivos, cargos de la municipalidad, asistentes sociales, concejales, vinieron a informarse de la situación. Y conseguimos atención médica del hospital, del SIEN, del ministerio y algunas ayudas: viandas que traen dos veces por semana; piezas para completar unos baños que habían sido saqueados, pintura, cemento, juegos de mesa, pelota de básquet. y hemos tenido la visita de asistentes sociales, de la provincia, del hospital, de ciudadanía, de salud pública”.
El cura comentó que “la charla con los asistentes sociales despertó mucha esperanza en estos hombres. Pensaban que les iban a conseguir alguna ayuda para alquilar una pieza y alguno regresar a su provincia. Cada tanto me preguntan si les han conseguido algo, pero no tengo ninguna respuesta. Hoy me preguntaban dos si haciendo huelga de hambre se conseguiría algo”.
“Mientras tanto la vida en el refugio se ha ido haciendo cada vez más difícil: han surgido peleas, han roto vidrios, las videocaseteras de los dos lugares donde viven, la tapa de un tanque de agua por donde pasan para salir a escondidas a buscar bebidas, droga, irse con mujeres, han forzado la puerta de la oficina para usar la computadora; ahí estaban las llaves de todo el edificio y las han usado también. He encontrado tirado en el suelo de esa oficina una caja mía que sacaron de mi casa, me han desaparecido unos binoculares y un disco duro externo que tenía en casa: sólo me han dejado el estuche y la caja vacíos”, señaló.
Comentó que “el servicio que les presto, (casa, comidas, elementos de higiene, medicación, hacerles de chofer…), las recomendaciones y charlas que les doy no tienen ningún efecto. y después de las experiencias de violencia que hemos vivido en varias ocasiones me quedo alterado toda la noche temiendo lo que pueda volver a suceder, cuando los encuentro alcoholizados o “raros” “.
Siguió diciendo “recién saqué al perro a caminar y al regresar me encontré a dos refugiados saltando la reja: eran las 22.10. Los hice regresar. Fui hasta la casita y por supuesto nadie sabía nada, ni había visto nada, ni sabía dónde estaban”.
“Desde abril hasta ahora solo me han llegado avisos de: “esta semana vamos a resolver”. “ Las cosas de Palacio van Despacio”. En casi tres meses sólo he tenido promesas de los organismos públicos y hasta me han llegado a decir: “vos comenzaste este refugio, vos le tenés que poner fin” ya agrega: “repito la pregunta que hice en el mes de abril: ¿quién tiene que hacerse cargo de estas personas? y estoy convencido de la misma respuesta: El Estado”.