martes 16 de abril de 2024
ENTERATE DE TODO AL INSTANTE. Sumate a la comunidad de NoticiasNQN en WhatsApp

Chubut, primera provincia en renegociar deuda atada a regalías

lunes 16 de noviembre de 2020

El Gobierno chubutense de Mariano Arcioni anunció este fin de semana un acuerdo con el grupo principal de tenedores de deuda para reestructurar un bono emitido por u$s650 millones en 2016 en tiempos del gobierno de Mario Das Neves. Así, Chubut se convierte en la segunda provincia en lograr la refinanciación de un título bajo jurisdicción extranjera (tras el acuerdo de Mendoza de finales de septiembre) y la primera entre las que tienen la deuda garantizada con regalías hidrocarburíferas, esquema que también aplica a Neuquén, Tierra del Fuego y Salta.
El 6 de agosto la Legislatura provincial autorizó a Arcioni a iniciar del proceso de reperfilamiento de la deuda internacional. “A partir de entonces se comenzó con la negociación e iteración formal con los principales tenedores de bonos de la deuda internacional, con el objetivo de lograr el alivio en el pago de la deuda contraída en el año 2016 en los términos contractuales del BOCADE, principal título de deuda de Chubut”, mencionó la provincia en un comunicado oficial.
El acuerdo contempla la modificación del perfil de amortizaciones, extendiendo el vencimiento establecido en 2026 hasta julio de 2030, “ofreciendo alivio significativo en el servicio de la deuda durante 2021, 2022 y 2023 y logrando una reducción de la tasa para el 2021 a 7,50 %”, dijo la administración de Arcioni. El “alivio” en los próximos tres años está estimadoen u$s169 millones. Cabe recordar que el 26 de octubre la provincia debió hacer frente a un pago de u$s 39,6 millones, más de $3.000 millones al tipo de cambio oficial, correspondientes a la primera amortización del título.
La reducción de tasa no es tan significativa, ya que el bono originalmente se emitió a 7,75%. Sin embargo, permitirá tener un 2021 con más oxígeno a Arcioni por estirar los vencimientos, mientras intentará ordenar cuentas golpeadas incluso desde antes de la pandemia.
Además, lleva optimismo al resto de los distritos que tienen la deuda garantizada por regalías, con menos herramientas para negociar: las liquidaciones por la actividad petrolera y gasífera pasan directamente a un fideicomiso que se destina al pago a los bonistas. Con lo cual, las provincias tienen menos elementos para poner presión y dependen más de la buena voluntad de los acreedores que en los títulos sin garantías.
Un ejemplo es Neuquén, donde la administración de Omar Gutiérrez (MPN) renegocia dos títulos. Sobre el primero, sin garantías, a finales de octubre el Gobierno provincial decidió no pagar un vencimiento de u$s13,7 millones por los intereses del bono Tideneu de u$s 366 millones y así abrió el plazo de gracia de 30 días. Mientras que esa posibilidad está vedada en el bono Ticade, de u$s 328 millones de remanente de capital, que sí está atado a la producción de petróleo y gas.
Los títulos garantizados por regalías representan 15% de las deudas totales que buscan renegociar las provincias, por monto total superior a los u$s12.000 millones, bajo la tutela de la Unidad de Apoyo de la Sostenibilidad de la Deuda Pública Provincial, con Rafael Brigo como titular.
El acuerdo chubutense dependerá ahora plasmarse en el terreno de lo formal con la firma de la solicitud de consentimientos, y para ello deberá presentarse documentación definitiva.
El propuesta de Arcioni a los bonistas se basa en cuatro ejes: 1) La modificación del perfil de amortizaciones, extendiendo el vencimiento de los bonos hasta el 26 de julio de 2030, descomprimiendo vencimientos durante 2021, 2022 y 2023. 2) El interés de los bonos devengará a una tasa anual del 7,50% hasta el 26 de octubre de 2021 y, en adelante, a una tasa anual de 7,75% por año, pagadero trimestralmente cada 26 de enero, 26 de abril, 26 de julio y 26 de octubre. 3) Una mejora en la garantía, dado que regalías adicionales serán cedidas bajo la estructura modificada. 4) Un pago por consentimiento fijo en efectivo equivalente a 50 puntos básicos del monto de capital en circulación, a ser distribuido entre los tenedores que otorguen su consentimiento de manera anticipada.