lunes 20 de mayo de 2024

Argentina abre su política de identidad a madres de niños robados fuera de la dictadura

lunes 06 de diciembre de 2021

La práctica de “conseguir un niño” existió siempre, con complicidad de parteras y registros civiles y silencio de la sociedad. Los represores de la dictadura argentina (1976-1983) montaron en ese viejo engranaje su sistema de robo de bebés a militantes políticas torturadas y asesinadas en sus centros clandestinos de detención. Pero el tráfico, las apropiaciones y adopciones continuaron en paralelo, fuera de los cuarteles. Así lo prueba la abrumadora cifra de nacidos durante el periodo del terrorismo de Estado que tienen documentación irregular y buscan su origen, pero han sido descartadas como hijos de desaparecidos en los test que hace el Banco Nacional de Datos Genéticos [BNDG] desde el retorno de la democracia.
El BNDG abrió en 1987. En 35 años, el cotejo de las muestras biológicas de las familias de desaparecidos por la dictadura y personas que dudaban de su identidad permitió identificar sin margen de error a 130 de unos 500 nietos buscados por las Abuelas de Plaza de Mayo. Pero el proceso acumuló en el camino más de 12.500 resultados negativos: personas que crecieron con la identidad sustituida, pero no son los nietos buscados. El problema para ellos es que, tras el informe negativo, no tienen otras opciones para rastrear su origen. Y el problema para el Estado es que estos casos crecen de a 100 al mes, mientras los nietos –razón de ser del BNDG– han dejado de aparecer. El último anuncio fue hace dos años y medio.
Pero algo está cambiando, poco a poco. Doce casos negativos del BNDG recibieron una buena noticia: sus madres estaban vivas. No están desaparecidas ni lo estuvieron. La identificación fue posible porque el organismo sumó a su archivo de familias que buscan nietos robados por los militares, otro de madres, que buscan hijos robados por fuera del terrorismo de Estado. Las cifras fueron confirmadas por Mariana Herrera Piñero, directora del BNDG desde 2015, aunque advirtió que “son dinámicas”. La suma de reencuentros evidencia el potencial de esta apertura parcial del archivo de ADN del BNDG.
Los primeros casos llegaron vía judicial y permitieron resolver desde 2009 historias en Rosario, Tucumán, Buenos Aires y Neuquén. Esto es: mujeres que encuentran hijos e hijos que recuperan la identidad. Hechos sin correlato con la dictadura.