jueves 25 de abril de 2024

Ahora, el Gobierno acepta que los chicos vuelvan parcialmente a las aulas

miércoles 21 de abril de 2021

Una semana después de anunciar el cierre total de las escuelas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y dejar fuera de juego a varios de sus funcionarios, el presidente Alberto Fernández tomó nota de los reclamos que desde entonces se sucedieron y que llevaron a una abierta confrontación con el Gobierno porteño por la continuidad pedagógica presencial, ahora judicializada, y dio margen para retomar el diálogo político y consensuar, posiblemente, un regreso parcial a las aulas a partir de mayo.
El jefe de Estado recibió en la mañana del miércoles en la residencia de Olivos al ministro de Educación, Nicolás Trotta, quien se mantenía en las sombras, silenciado, tras rechazar el cierre total de escuelas dictado el pasado miércoles, justo cuando había acordado con el resto de los ministros de las provincias y de la ciudad de Buenos Aires, en el Consejo Federal de Educación (CFE), evitar medidas como las que dispuso Fernández so pretexto de disminuir la circulación y propagación del coronavirus.
Fernández y Trotta evaluaron "satisfactoriamente" la presencialidad en las aulas en todo el país, dejaron entrever funcionarios al tanto de la conversación habida para limar asperezas entre el presidente y el ministro, que a la vez discutieron un esquema de "presencialidad administrada" en caso que la curva de contagios continúe en alza en el territorio metropolitano.
En el Gobierno acusan recibo del desgaste que provocó la riña verbal, y luego judicial, con el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien el martes desoyó un fallo de la Justicia Federal que lo conminaba a mantener los institutos educativos cerrados, siguiendo el consejo de sus asesores jurídicos, que le recomendaron guiarse por el fallo de la cámara porteña que sí le permitía reabrir escuelas, y también tras oír los cacerolazos ocurridos al conocerse el veredicto contrario a su voluntad.

Alternativas
La Casa Rosada quiere correr la discusión sobre la presencialidad o no no de los chicos en las aulas, y porpone para eso para buscar "alternativas intermedias" que puedan favorecer la baja en la circulación.
Precisamente, Trotta salió a defender el plan consensuado con los 24 ministros de Educación, que supone priorizar el sostenimiento de clases presenciales en todos los niveles y modalidades, y en aquellos territorios con una grave situacion epidemiológica, aplicar otras estrategias antes de pensar en cerrar las puertas.
La propuesta del Palacio Pizzurno pasa por disminuir la circulación de personas ligadas a otras actividades antes que limitar la concurrencia de la comunidad educativa, y pedir a las familias circunscribir la circulación de estudiantes a la asistencia escolar.
De ser necesarias más restricciones, las autoridades educativas podrían administrar distintas herramientas de restricción parcial de la presencialidad que contribuyan a reducir la circulación de personas, manteniendo la asistencia de los grupos priorizados para la asistencia presencial, entre los que se cuentan niños de preescolar y el primer ciclo del nivel primario, alumnos de primer año del secundario, y jóvenes con discapacidad.
Los ministros de Educación de todo el país discutieron y acordaron ya que las restricciones del régimen de presencialidad se tomen por un tiempo definido, y que su renovación quede sujeta a una nueva evaluación de riesgo epidemiológico.
En el peor de los escenarios, la Nación y los distritos acordaron que las escuelas se mantengan abiertas con guardias de equipos directivos y docentes, de manera de asegurar el intercambio de actividades, materiales y devoluciones con estudiantes y familias, y la distribución de alimentación cuando corresponda.