martes 23 de abril de 2024

30 de julio: Día Mundial contra la Trata de Personas

miércoles 29 de julio de 2020

Todos los años, el 30 de julio se conmemora el Día Mundial contra la Trata de Personas. Por qué se recuerda y qué objetivos persigue.

El trafico de personas es uno de los delitos más graves y es una violación expresa a los derechos humanos. Es utilizado tanto para la explotación sexual, el trabajo forzado, mendicidad forzada, matrimonio forzado, venta de niños como soldados así como la extracción de órganos.
Según las Naciones Unidas, el 49% de las víctimas de trata en el mundo son mujeres y 23% son niñas. A su vez, la mayoría sufren este delito dentro de su propio país mientras que las que están en el extranjero son trasladadas a países más ricos y desarrollados.
Todos los años, el organismo internacional escoge un tema en el cual centrar los múltiples eventos que se desarrollan para realizar los objetivos propuestos. Este 2020 el lema es “Trabajar en primera línea para terminar con la trata de personas“.
La campaña consiste en reforzar los esfuerzos del personal que trabaja en la identificación, apoyo, asesoramiento y búsqueda de justicia para las víctimas y buscar desafiar la impunidad de los traficantes.
Durante la pandemia del coronavirus, estas figuras de auxilio ocupan un rol más esencial, sobre todo por las restricciones de circulación y contacto que impone la COVID-19 que dificultan su actividad.

Mensaje de la Pastoral Social del Obispado de Neuquén
"Las personas no se compran ni se venden"
Los tiempos de pandemia nos llevan a mirar la realidad desde lo "virtual". Y lo virtual es un modo de percibir la realidad. El mundo virtual se ausenta de la materia, del cuerpo.
El 9 de febrero de 2020 se realizó la Marcha contra el tráfico de personas, en el marco de la VI Jornada de oración y reflexión contra la trata de personas donde el Papa Francisco expresó: "Una de las peores esclavitudes del siglo XXI, es la trata de personas. El tomar el cuerpo del otro como objeto de consumo y de comercio, atenta con la esencia misma de la dignidad humana. Porque además de la explotación sexual está el trabajo esclavo, la extracción de órganos, la explotación infantil".
La virtualidad nos puede ayudar a no ponerle el cuerpo a esta aberración que deshumaniza y destruye a miles de personas. Los números y estadísticas de muertos en la pandemia −tratados como casos, sin nombres ni historias− ayudan a darnos cuenta que no son las estadísticas las que propician cambios profundos sino son las personas concretas con nombre, apellido y lugar de pertenencia que, con la trasmisión de sus experiencias de vidas, y en otros casos, con la muerte de ellas, se reacciona como comunidad y se busca transformar comportamientos y culturas.
Nuestro Dios, en Jesús, se hizo carne, cuerpo, hermano, prójimo... ¿Por qué?
La respuesta a esta pregunta nos puede ayudar a reconstruir una sociedad donde ese cuerpo humano ocupe el lugar de cuidado y protección que necesita.
La trata de personas, ¿dónde comienza? ¿En qué momento se “mercantiliza el ser humano”? ¿Vemos este tema como una injusticia grave, en nuestro pueblo neuquino?
La Virgen María asumió en su cuerpo el misterio de otro Cuerpo. Seamos una comunidad profética que dignifique a toda persona en el cuidado de su cuerpo y en la protección de todos los cuerpos con acciones concretas y con nuevas leyes que garanticen ese cuidado.
Porque las personas, no se compran ni se venden.